El camino al cambio a través de la psicoterapia suele ser un camino con momentos complicados y dolorosos, a menudo se cree que es el o la terapeuta la que marca el ritmo y la dirección que debe seguir este recorrido, pero nada más lejos de la realidad. Es la propia persona que busca el cambio quien debe emprender y guiar ese camino, el cliente como experto en sí mismo es quien lleva la batuta y marca el tempo, contenido y dirección de la terapia. A su vez, la o el terapeuta se encarga de que la terapia siga la dirección que la persona quiere emprender y evita que el equipo que forma cliente-terapeuta se desvié de los objetivos de la terapia.
Para ejemplificar este tipo de terapia no directiva y respetuosa con las necesidades y resistencias de cada persona, Milton Erikson explicaba esta metáfora en sus seminarios:
Un día volvía de la escuela secundaria cuando un caballo desbocado pasó velozmente junto a un grupo de nosotros para entrar en el corral de un granjero…en busca de un trago de agua. El caballo sudaba profusamente. Y el granjero no lo reconoció, de modo que lo acorralamos. Yo salté al lomo…puesto que tenía bridas, tomé las riendas y le dije “¡Arre!”…orientándolo hacia la carretera. Sabía que el caballo tomaría la dirección correcta…No sabía cuál era esa dirección. Y el caballo trotó y galopó. De vez en cuando olvidaba que estaba en la carretera y entraba en un campo. De modo que tenía que tironear un poco y llamar su atención acerca del hecho de que se suponía que debía marchar por la carretera. Y finalmente, a unos seis kilómetros del lugar donde lo había montado, entró en un corral y el granjero dijo: “De modo que es así como ha vuelto ese animal. ¿Dónde lo encontraste?”
“A unos seis kilómetros de aquí”, le respondí.
“¿Cómo sabías tenías que traerlo a este sitio?”,
“No lo sabía…el caballo lo sabía. Todo lo que hice fue mantener su atención puesta en el camino.”
…Creo que es así como se hace psicoterapia.

Oct 13 2018
La metáfora del caballo extraviado.
El camino al cambio a través de la psicoterapia suele ser un camino con momentos complicados y dolorosos, a menudo se cree que es el o la terapeuta la que marca el ritmo y la dirección que debe seguir este recorrido, pero nada más lejos de la realidad. Es la propia persona que busca el cambio quien debe emprender y guiar ese camino, el cliente como experto en sí mismo es quien lleva la batuta y marca el tempo, contenido y dirección de la terapia. A su vez, la o el terapeuta se encarga de que la terapia siga la dirección que la persona quiere emprender y evita que el equipo que forma cliente-terapeuta se desvié de los objetivos de la terapia.
Para ejemplificar este tipo de terapia no directiva y respetuosa con las necesidades y resistencias de cada persona, Milton Erikson explicaba esta metáfora en sus seminarios:
Un día volvía de la escuela secundaria cuando un caballo desbocado pasó velozmente junto a un grupo de nosotros para entrar en el corral de un granjero…en busca de un trago de agua. El caballo sudaba profusamente. Y el granjero no lo reconoció, de modo que lo acorralamos. Yo salté al lomo…puesto que tenía bridas, tomé las riendas y le dije “¡Arre!”…orientándolo hacia la carretera. Sabía que el caballo tomaría la dirección correcta…No sabía cuál era esa dirección. Y el caballo trotó y galopó. De vez en cuando olvidaba que estaba en la carretera y entraba en un campo. De modo que tenía que tironear un poco y llamar su atención acerca del hecho de que se suponía que debía marchar por la carretera. Y finalmente, a unos seis kilómetros del lugar donde lo había montado, entró en un corral y el granjero dijo: “De modo que es así como ha vuelto ese animal. ¿Dónde lo encontraste?”
“A unos seis kilómetros de aquí”, le respondí.
“¿Cómo sabías tenías que traerlo a este sitio?”,
“No lo sabía…el caballo lo sabía. Todo lo que hice fue mantener su atención puesta en el camino.”
…Creo que es así como se hace psicoterapia.
By Magda Del Pilar • Terapia Individual • • Tags: psicoterapia