Feb 25 2015
¿Quieres tener el control?
¿Cuántas veces piensas o sientes que una situación se te va de las manos o no la controlas? O, ¿cuantas otras has pensado: mi jefe me controla, mi vecina me está controlando, mi madre no hace más que controlarme? Todos queremos tener el control ¡¡
Vivimos sometidos “al control” y parece que si no lo tenemos todo controlado no estamos haciendo las cosas bien. Pero, pasado un tiempo este control “nos descontrola” y cuando nos descontrolamos entramos en “crisis” porque no sabemos gestionar la supuesta falta de control, y así rodamos y rodamos sobre el control como un hámster sobre su ruedecita sin poder salir de ella.
Querer tener el control aparentemente nos da seguridad. Pero no todo lo que nos pasa o nos puede pasar lo podemos tener siempre controlado. Pero si planificado. Es decir, podemos planificar nuestro trabajo, nuestras vacaciones, lo que queremos hacer, cómo queremos vivir, pero tenemos que saber que siempre hay cosas que pasaran y en las que nosotros no podemos influir y por tanto no podemos controlar.
Un sinónimo de control es observación, y precisamente en los procesos de coaching hay mucho de observación, pararse y observar que está ocurriendo o qué o cómo lo estoy haciendo, para luego planificar y así saber diferenciar lo que está en nuestro círculo de influencia y lo que está en círculo de preocupación.
Por ejemplo, cuando planificamos nuestras vacaciones con tiempo y con “tiento” en la mayoría de casos nos salen estupendamente. Primero decidimos donde queremos ir, luego observamos que opciones tengo y luego planificamos la documentación que debemos llevar, la ropa que es más conveniente, los sitios que queremos visitar y los restaurantes donde podemos comer o cenar, y ¿ cuál será el resultado? Pues seguro que fantástico. Por supuesto os parecerá que lo tenéis todo controlado pero realmente lo que ha pasado es que habéis planificado desde vuestro círculo de influencia. Pensad, ¿Cuánto tiempo habéis dedicado a planificar las vacaciones? y ¿Cuánto tiempo dedicáis a planificar otras cosas del día a día, por ejemplo?
Nos pasamos el día preocupándonos tenerlo todo controlado. Desde la preocupación es muy difícil avanzar. O si no, imaginaos preparar un viaje desde el control y la preocupación. El resultado no sería el mismo. La preocupación por tener el control nos llevan al malestar a no disfrutar y preocuparnos más si cabe. En el círculo de influencia es donde está nuestro poder y desde donde podemos “controlar” para sentirnos bien y tranquilos.
Un proceso de coaching te permite identificar tu círculo o zona de influencia para que no te veas desbordado por el control. Con ello ganarás en tranquilidad y bienestar.
¿Te animas?
May 22 2015
Abandonar el control y rendirnos a la incertidumbre.
Muchas personas tienen la necesidad de entender el mundo que les rodea, teniendo o percibiendo control sobre el mismo. Cuando un acontecimiento reduce el sentido de control de la persona, se pone en marcha la “motivación de control”, lo que puede llevar a generar intentos mayores por controlar la situación, que a la larga puede producir, ante las constatación de que no es posible controlarlo todo, más sensación de descontrol, y por lo tanto, más necesidad de controlar. De esta manera, la persona puede entrar en una espiral que le lleva a controlar y a evitar cada vez más situaciones en su vida, y a sentir una intolerancia a la incertidumbre cada vez más acentuada.
Intentar tener todo bajo control es un gran gasto de energía no justificable, porque la realidad es que el control es una ilusión, ya que no se puede controlar todo y determinados acontecimientos finalmente pueden ocurrir aunque los hayamos prevenido.
¿Qué es la incertidumbre?
Podríamos definir la incertidumbre como la falta de certeza sobre algo.
Existen personas que presentan un mayor nivel de ansiedad ante el desconocimiento de lo que puede suceder, ya que tienden a creer que es necesario mantener el control de las situaciones en todo momento, lo cual trae consigo una gran frustración al constatar que no se puede controlar todo y que no todas las cosas van a suceder como ellos esperan.
Es natural que se prevean los actos que elegimos y llevamos a cabo, sin embargo, la necesidad de tomar decisiones buscando tener controladas todas las variables es lo que genera mayor ansiedad, estrés e incapacidad a largo plazo.
Algunas Características las personas que buscan tener el control pueden ser las siguientes:
Algunas ideas para empezar a desprenderse del control:
Abandonar el control no significa llevar a cabo conductas alocadas o convertirnos en unos rebeldes, si no en saber encontrar el equilibrio de la flexibilidad. Si nuestra actitud ante la vida es controladora y rígida, puede ocurrir un fenómeno parecido al que ocurre con nuestro cuerpo cuando nos desestabilizamos por tener una posición corporal rígida, en cambio, si doblamos las rodillas o adaptamos nuestro cuerpo a los movimientos que suceden a nuestro alrededor es mucho más fácil mantenernos firmes.
La creencia de que se pueden controlar todas las variables que influyen en los acontecimientos de nuestra vida, lleva a las personas a un estado de estrés, que les provoca toda clase de síntomas orgánicos, funcionales y psicológicos. Esta conducta se puede cambiar si se acepta la incertidumbre de los acontecimientos y se realiza un trabajo en busca del equilibrio de la flexibilidad que nos permita dejar atrás conductas repetitivas que ya no son funcionales.
Sólo aquel que sepa soltar lo que ha alcanzado verá que ante él se abren continuamente nuevas posibilidades.
Karlfried Dürkheim.
By Magda Del Pilar • Terapia Individual • • Tags: control, incertidumbre