Sep 29 2014
El arte de conocer tu propio cuerpo
Por nuestra consulta pasan muchos hombres y muchas mujeres con dificultades o preocupaciones sobre su vida o su rendimiento sexual. Dificultades con la erección, dolores en la penetración, eyaculación precoz, dificultades para llegar al orgasmo, falta de deseo sexual… Son muchas y muy diferentes las consultas que nos pueden llegar a hacer a los sexólogos.
Pero durante mi tiempo de ejercicio profesional me he dado cuenta de algo realmente interesante a la vez que preocupante: en general, las personas no conocen su cuerpo. Sí, todos sabemos que tenemos dos ojos y podríamos incluso decir de qué color son. Sí, todos sabemos que nuestras manos responden a nuestras órdenes o que cuando el estómago nos ruge o nos duele es que tenemos hambre.
Pero ¿sabemos cómo responde nuestro cuerpo a los estímulos sexuales?
“No tengo deseo sexual”. Quizá es que no te das cuenta de que lo tienes…
Son varios los estudios que se han hecho alrededor de la excitación femenina. Meredith Chivers, discípula de Sigmund Freud, fue de las pioneras en realizar este tipo de estudios.
En estos estudios se introduce un pletismógrafo (un aparato que mide cambios en la presión sanguínea y tensión muscular) en la vagina de las mujeres que se prestan a ello. Mientras tienen el pletismógrafo se les van pasando distintas imágenes de diferentes contenidos (algunas “neutras” como por ejemplo una casa o un coche, otras “sexuales” como una pareja besándose o teniendo relaciones) y se les pide que aprieten un botón cuando se sientan excitadas.
Los resultados son demoledores: las mujeres, en general, no se dan cuenta de cuándo su vagina se excita, en muchas ocasiones el pletismógrafo indicaba cambios significativos en la vagina y las mujeres no declaraban sentirse excitadas. Dicho de otra manera, no hemos aprendido a comunicarnos con nuestra vagina, por lo que es difícil que nos excitemos cerebralmente y por lo tanto que nos predispongamos a la relación sexual.
Por supuesto, establecer esta comunicación con nuestra vagina no es una tarea fácil, hay que trabajar en el arte de conocer y escuchar al cuerpo, pero se puede hacer, poco a poco y dejándose guiar por especialistas en el tema.
Los hombres tampoco se conocen
Por supuesto los hombres lo tienen más fácil para determinar cuándo están excitados. Simplemente tienen que mirar su pene y se darán cuenta de que el proceso de erección está en marcha. Eso es suficiente para que la excitación subjetiva se active y estén predispuestos a mantener relaciones sexuales.
Pero mi experiencia en terapia me indica que los hombres tampoco se conocen tanto cuando se refiere a sus sensaciones. Sobretodo en el tratamiento de la dificultad de erección y de la eyaculación precoz, es importante y de hecho a ello nos dedicamos durante varias sesiones, que el hombre en cuestión aprenda a distinguir sus sensaciones corporales. Que esté atento no sólo a cómo responde su cuerpo sino a qué le dice.
De esta manera es mucho más fácil que el hombre pueda controlar su respuesta sexual y pueda empezar a relajarse ante ella. El cuerpo al fin y al cabo, es una máquina casi perfecta, que nos da mucha más información de la que normalmente procesamos. Vamos a empezar a escucharlo.
Aprender a escuchar el cuerpo
No es tan difícil como parece, pero cuando se trata de un tema puramente sexual, mi recomendación es que acudas a un profesional de la sexología que te ayude a entender qué te está diciendo tu cuerpo y que te acompañe en el proceso de empezar una mejor comunicación con él.
Puedes ponerte en contacto con nosotros aquí.
Sep 29 2014
Il colloquio psicologico socio-costruzionista (parte 3)
E’ facile sottolineare come per il costruzionismo il linguaggio sia il focus di attenzione eletto e come questo valga ancor più nel colloquio. E’ tramite il linguaggio che le persone creano e sostengono gli elementi che significano il mondo nel quale vivono. Questi elementi non vengono estratti, scoperti, da una verità più profonda come nel processo diagnostico, ma costruiti interattivamente all’interno della dialogo terapeutico.
La naturale conseguenza di tale centralità del linguaggio è il configurarsi del colloquio costruzionista come centrato specificamente sul discorso dei partecipanti (tutti i partecipanti, terapeuta compreso) e più nello specifico sulle mosse e sulle azioni discorsive che possono indirizzare, potenziare, decostruire, riconfigurare azioni e realtà del mondo vissuto dai “dialoganti”.
E’ questo un passaggio che segna una carattestica fondamentale e liberatrice: lo psicologo costruzionista impegnato in un colloquio può passare da una posizione indagatrice ad una posizione curiosa, dall’esplorazione delle cause a quella del significato e delle sue alternative. Questa particolare caratteristica è frequentemente associata in letteratura con l’attenzione postmodernista per il concetto di “incertezza” della conoscenza e le opportunità che essa schiude.
Possiamo affermare che il colloquio costruzionista “non si focalizza sul “problema”, inteso come dato oggettivo, ma sulle significazioni che di riflesso lo costruiscono. Le persone cioè vengono prese in considerazione non in funzione di una categoria nosologica alla quale vengono fatte corrispondere (sulla base di evidenze empiriche), ma in virtù dei processi interattivi che occupano nel replicare un’esperienza vissuta come problematica. In questo senso, non avviene un’opera di traduzione tra categorie conoscitive del cliente e quelle del clinico: la configurazione espressa dal resoconto viene cioè utilizzata per comprendere il sistema nella sua logica di funzionamento, soprattutto in riferimento ai processi relazionali che sostengono e rendono intelligibile il problema. Se è vero che non abbiamo accesso a una realtà di fatti ma soltanto ai racconti che su di essa vengono tessuti, allora l’obiettivo della terapia è quello di costruire, insieme all’altro, una diversa denominazione del suo disagio, concentrandosi sui processi di (ri)significazione implicati. Questi richiedono una specifica attenzione alla parola dell’altro e alla parola del terapeuta sulla parola dell’altro.”
By Marco Prati • Sin categoría