Feb 28 2015
Me preocupo por todo
“En la plaza central del pueblo, debían quitar un gran roble que con el paso de los años se había convertido en el símbolo del lugar. Hasta en el escudo del pueblo se dibujaba su silueta. El roble se había enfermado de un extraño virus y corría el riesgo de caerse y de contagiar a los árboles más cercanos. Ya se había hecho todo lo posible por salvarlo, y la triste determinación de derribarlo provocaba en los vecinos una profunda sensación de impotencia.
Los leñadores llegaron una mañana con sierras automática y hachas. Los vecinos se reunieron en la plaza para presenciar su caída. Esperaban oír el estrépito producido por el choque del inmenso árbol contra el suelo. Suponían que los hombres empezarían a cortarlo por el tronco principal en un lugar lo más pegado a la tierra. Pero en vez de esto, los hombres colocaron escaleras y comenzaron a podar las ramas más altas.
En ese orden, de arriba hacia abajo, cortaron desde las más pequeñas hasta las más grandes. Así, cuando terminaron con la copa del árbol, sólo quedaba el tronco central, y en poco tiempo más aquel poderoso roble yacía cuidadosamente cortado en el suelo.
El sol ahora cubría el centro del parque, su sombra ya no existía, era como si no hubiera tardado medio siglo en crecer, como si nunca hubiera estado allí. Los vecinos preguntaron por qué los hombres se habían tomado tanto tiempo y trabajo para derribarlo. El más experimentado leñador explicó: cortando el árbol cerca del suelo, antes de quitar las ramas, se vuelve incontrolable. En su caída, puede quebrar los árboles más cercanos o producir otros destrozos. Es más fácil manejar un árbol cuando más pequeño se le hace.”
Las preocupaciones y los problemas forman parte de nuestra vida cotidiana casi desde que nacemos. A un nivel u otro, nuestra mente es capaz de prever y organizar el futuro, lo que a veces despierta nuestro miedo ante la incertidumbre. Hay que saber diferenciar lo que es un problema de una preocupación. Un problema es una dificultad a superar ante la cual, tras una combinación adecuada de los elementos, llegamos a una resolución. En cambio una preocupación es una idea que nuestra mente ha generado para controlar un futuro incierto. Como tal, no es ‘real’, no existe y puede que no llegue a suceder nunca.
Como su propio nombre indica, pre-ocuparse supone intentar hacerse cargo de algo antes de que suceda ¿Imposible no? Nadie puede actuar por adelantado antes de que algo suceda porque ese momento no ha llegado, es una ilusión ¿Por qué entonces hay personas que se preocupan tanto? La capacidad de dejarla de lado tiene que ver con la confianza. Aquellas personas que confían en sus capacidades y fortalezas creen que pueden superar sus problemas, ‘se lo creen’ y creen que serán capaces de solucionarlo cuando llegue.
Es muy probable que aunque tengas plan A, B y C, la mayoría de las veces haya sucedido D o B1. Demasiada energía del presente desperdiciada en un futuro que no podemos conocer. Recuerda que la única energía útil es la que inviertes en aquello que sí existe, el presente, el ahora. Podemos ir haciéndonos cargo de una pequeña parte cada día.
Quizá no puedes librarte de tus pensamientos catastrofistas, tus miedos y preocupaciones fácilmente. Si esto está empeorando tu calidad de vida, no dudes en consultar. La mente tiene una gran capacidad para aprender y modificarse que merece la pena trabajar.
Feb 28 2015
Cuida tu cabello desde dentro
El cabello es una parte
muy importante de nuestra fisionomía. Enmarca el rostro, le da vida y contribuye, en gran manera, a dar personalidad a nuestra imagen y nuestro aspecto. Es normal,por tanto, que todos queramos lucir un cabello bonito y abundante, con brillo, con cuerpo y con volumen. Es por ello que utilizamos champús, acondicionadores y mascarillas adecuados a nuestro tipo de pelo y que , en teoría, lo nutren y embellecen.
Digo en teoría, porque no es que eso no sea cierto. Estos productos, en la mayor parte de los casos, cumplen bien su función. Pero muchas veces no es suficiente.
Y es ahí dónde entra el título de este artículo : cuida tu cabello desde dentro. Son varias las causas que pueden hacer que nuestro cabello no esté sano y no tenga buen aspecto y podemos nombrar,al menos, tres de ellas:
*estrés
*vacío de qi / vacío de yin
*anemia.
De todos es conocido que en periodos de estrés, nerviosismo o ansiedad el cabello puede resultar muy mal parado, perderá brillo, estará mal nutrido y , sobre todo, caerá con una frecuencia mucho mayor de lo que es habitual. En cuanto a la segunda causa, y dentro del ámbito de la Medicina China, un periodo de vacío de qi (de energía), repercutirá también en el estado del cabello. En momentos de mucho cansancio,de fatiga, cuando nuestro sistema inmunológico esta bajo y hay un cuadro general de astenia y falta de energía, el cabello estará frágil, quebradizo y sobre todo reseco, si además de vacío de qi hay un vacío de yin, principio energético que nutre los líquidos orgánicos y proporciona la necesaria hidratación y nutrición a todos los tejidos, incluidos piel y cabello.
Y un tercer caso en el que nuestro pelo puede verse afectado, es cuando hay anemia o falta de hierro en general, ya sea el hierro circulante o sus depósitos. Esta afección es muy propia de las mujeres si se tienen reglas abundantes. Y por este u otros motivos, la anemia puede ser la causa de un cabello pobre, seco y mal nutrido.
En estos tres casos y en otros en los que intervenga una causa orgánica, además de cuidar el cabello externamente, hay que tratar desde dentro la causa que provoca su deterioro y solucionarlo.
No obstante y en general, se puede nutrir el cabello en periodos concretos como los cambios de estación con suplementos como levadura de cerveza, complejos de vitamina B o ácidos grasos.
By Chus Guijarro • Terapia Corporal