Ir de vacaciones con niños.
Este año por primera vez para mí he realizado las vacaciones con dos niños, uno de 5 años y otro que acaba de cumplir un año. Hemos realizado un viaje largo, de 820 Km (habíamos hecho muchos viajes pero de menos distancia). A la ida pensamos que sería más fácil realizarlo en dos jornadas, con hospedaje de una noche a mitad del camino, pero se hizo eterno. Y a la vuelta la mitad del recorrido fue nocturno por lo que ellos fueron dormidos. Primer aprendizaje; si se enteran de la mitad del viaje puede ser menos pesado.
Ver una ciudad como Santander a ojos de niños tiene sus ventajas y como siempre en este mundo también sus inconvenientes. Creo que encontrar alternativas divertidas para hacer de turista ayuda a que todos los miembros puedan disfrutar de la aventura (aunque te dejarás mucho por ver); ver la cuidad en trenecito, en barco… con paradas en parques y atracciones. La percepción y vivencia, COMO SIEMPRE, dependerá de los objetivos marcados a priori. Yo siempre digo una frase “busca objetivos suficientemente pequeños para que el éxito esté asegurado”.
Hay un par de detalles que me gustaría reflexionar aquí; por un lado es la creencia que algunas personas que inventan productos para niños no se ponen “en la piel del niño”. Y las sillitas de los coches que es uno de ellos. Son muy rígidas, y con el cinturón de seguridad están inmovilizados. Como se duerman, la cabeza es una pelota que va al ritmo de las curvas. Como no tienen bandejas tienen que hacer malabares para poder mantener las cosas en las manos y como se les caiga ya no lo recuperan. Un viaje un poco largo, aunque hagas paradas obligatorias de vez en cuando puede ser muy duro para ellos.
Otro aspecto que he vuelto a “vivir” con el segundo hijo es la dificultad de encontrar cambiadores en los lavabos. Desde hace unos años en los bares y restaurantes, se creó una ley que tenía que haber en nuevas construcciones, un lavabo para personas con movilidad reducida. Y cada vez más, encuentras servicios adaptados para las sillas de ruedas. Por lo que son “habitaciones” grandes. Pero en pocos sitios he encontrado que hayan aprovechado ese espacio para incorporar algún mueble, adaptador, utensilio para poder cambiar a un bebé con facilidad, que seguro que hay muchos bebés que entran con sus padres. No se si llegar a decir que hay más bebes que personas con sillas de ruedas (por suerte) . Supongo que el que crea las reglas no debe ser alguien que realice este acto. Y claro!, como no es obligatorio por ley, al del bar o restaurante ni se le pasa por la cabeza, o no quiere invertir en algo que no es “obligatorio”, o hacer alguna obras más en sus instalaciones (que no es necesario hacer muchas para adaptar un espacio para cambiar un pañal).
La moraleja de este viaje podría ser que el mundo está preparado y pensado para la gente “normal”; y no para las embarazadas, los bebés, las personas con movilidad reducida, con dificultades perceptivas, para las personas enfermas, las personas con baja estatura o muy alta, los mayores…… Por lo que lanzo la pregunta ¿quién está incluido en el grupo de personas “normales”, cuando hay tanta exclusión?
Aunque algunos de nuestros terapeutas ofrecen sesiones durante este mes, nuestra secretaría permanecerá cerrada por vacaciones (por eso es posible que no nos encontréis si llamáis o que vuestros correos o Whatsapps tarden un poco en ser contestados).
Nos vemos de nuevo, en el horario habitual, en septiembre.
Hasta entonces, que disfrutéis de vuestro descanso. 🙂
los niños y las niñas crecen diferente, pero no es genetico. Una gran parte de esta diferencia se debe a la educación.
Se hizo un experimento hace un tiempo (Lamas, 1997) donde se les dijo a unos observadores que valoraran y describieran a unos bebes, sin que ellos supieran el sexo de un bebé en algunos momentos se le vestía de rosa y en otras ocasiones de azul. Lo que se observó con el estudio es que a los bebes de rosas se les describió con características y aspectos más dulces, como; que eran bonitas, dulces, delicadas… y a los bebés vestidos de azul (que eran niñas) se les describió con características más de acción (como movido, espabilado…). ¿Qué confirma este experimento? Que tenemos unos estereotipos, unas expectativas y acciones diferentes dependiendo del sexo de la persona (van a influir aspectos biológicos y sociales). A esto se le llama ROL DE GÉNERO (femenino o masculino). Nuestra comunicación verbal y no verbal es desigual entre ambos sexos.
Estamos en una sociedad, que aun hoy en día “espera” un tipo de comportamiento, acciones diferentes si eres niña o un chico. Por suerte hay muchos aspectos que han cambiado desde la época de nuestros abuelos, pero hay otros aspectos que se siguen repitiendo. A las mujeres se les prepara más para ser seres sociales, se les potencia más el lenguaje, para hablar de sus emociones y debilidades. A los hombres se les enseña a ser activos, a competir, a lograr éxito (oposición de fracaso), a no expresar emociones de “debilidad” (como tristeza) y a resolver problemas. Esto va a suponer unos miedos diferentes a ambos sexos y una forma de moverse por el mundo desigual, eso va a comportar unos puntos fuertes y quizá unos puntos débiles.
puedes leer más entradas relacionadas con la diferencias que “creamos” entre niños y niñas, afecta en su autopercepcion y creeencias.
Hace un tiempo que observo los dibujos “inocentes” que ven nuestros hijos (es lo que tiene tener un menor en casa) y están cargados de estereotipos, de violencia, de juicios, de unos valores cargados de competencia entre niños, de comparaciones… quiero dedicarle una entrada exclusiva a este tema. Pero hoy quiero resaltar un detalle que vi ayer mismo (y lo he visto repetido en diferentes dibujos animados y cadenas); cuando un niño, o un perro (concretamente ayer vi la Patrulla canina) se emociona por algún detalle y en coherencia surgen lágrimas de los ojos. Cuando otro y otra le ve SIEMPRE dicen “se me ha metido una cosa en el ojo”. Esto es la negación de la emoción, se hace explicito que da vergüenza que te vean en un momento sensible.
Creo que en este medio tan potente se podría ayudar a normalizar que los niños, las niñas, o los perros, o cualquier animal de sexo masculino (Según el dibujo) puede sentir emoción ya sea de tristeza o alegría y NO PASA NADA si lloras.
Ago 31 2015
IR DE VACACIONES CON NIÑOS
Ir de vacaciones con niños.
Este año por primera vez para mí he realizado las vacaciones con dos niños, uno de 5 años y otro que acaba de cumplir un año. Hemos realizado un viaje largo, de 820 Km (habíamos hecho muchos viajes pero de menos distancia). A la ida pensamos que sería más fácil realizarlo en dos jornadas, con hospedaje de una noche a mitad del camino, pero se hizo eterno. Y a la vuelta la mitad del recorrido fue nocturno por lo que ellos fueron dormidos. Primer aprendizaje; si se enteran de la mitad del viaje puede ser menos pesado.
Ver una ciudad como Santander a ojos de niños tiene sus ventajas y como siempre en este mundo también sus inconvenientes. Creo que encontrar alternativas divertidas para hacer de turista ayuda a que todos los miembros puedan disfrutar de la aventura (aunque te dejarás mucho por ver); ver la cuidad en trenecito, en barco… con paradas en parques y atracciones. La percepción y vivencia, COMO SIEMPRE, dependerá de los objetivos marcados a priori. Yo siempre digo una frase “busca objetivos suficientemente pequeños para que el éxito esté asegurado”.
Hay un par de detalles que me gustaría reflexionar aquí; por un lado es la creencia que algunas personas que inventan productos para niños no se ponen “en la piel del niño”. Y las sillitas de los coches que es uno de ellos. Son muy rígidas, y con el cinturón de seguridad están inmovilizados. Como se duerman, la cabeza es una pelota que va al ritmo de las curvas. Como no tienen bandejas tienen que hacer malabares para poder mantener las cosas en las manos y como se les caiga ya no lo recuperan. Un viaje un poco largo, aunque hagas paradas obligatorias de vez en cuando puede ser muy duro para ellos.
Otro aspecto que he vuelto a “vivir” con el segundo hijo es la dificultad de encontrar cambiadores en los lavabos. Desde hace unos años en los bares y restaurantes, se creó una ley que tenía que haber en nuevas construcciones, un lavabo para personas con movilidad reducida. Y cada vez más, encuentras servicios adaptados para las sillas de ruedas. Por lo que son “habitaciones” grandes. Pero en pocos sitios he encontrado que hayan aprovechado ese espacio para incorporar algún mueble, adaptador, utensilio para poder cambiar a un bebé con facilidad, que seguro que hay muchos bebés que entran con sus padres. No se si llegar a decir que hay más bebes que personas con sillas de ruedas (por suerte) . Supongo que el que crea las reglas no debe ser alguien que realice este acto. Y claro!, como no es obligatorio por ley, al del bar o restaurante ni se le pasa por la cabeza, o no quiere invertir en algo que no es “obligatorio”, o hacer alguna obras más en sus instalaciones (que no es necesario hacer muchas para adaptar un espacio para cambiar un pañal).
La moraleja de este viaje podría ser que el mundo está preparado y pensado para la gente “normal”; y no para las embarazadas, los bebés, las personas con movilidad reducida, con dificultades perceptivas, para las personas enfermas, las personas con baja estatura o muy alta, los mayores…… Por lo que lanzo la pregunta ¿quién está incluido en el grupo de personas “normales”, cuando hay tanta exclusión?
By Eva Aguilar • Madres y Padres • Tags: crianza, Hijos