Abr 26 2016
El ser humano es similar a una casa de huéspedes.
En artículos anteriores de este blog ya desarrollé la idea que las personas equilibradas no luchan contra sus emociones, sino que las aceptan y las escuchan. Es decir, comprenden que cómo se sienten forma parte de los acontecimientos y que las emociones están cumpliendo su función, la de alertar sobre algún aspecto que no está funcionando de manera óptima en nuestro sistema. Por esto, es importante, dejar que las emociones fluyan, y que por lo tanto, pasen.
Para ilustrar esta manera de tomar nuestras emociones, sentimientos, pensamientos y demás visitantes el poeta de tradición sufí Rumi (1207-1273) nos regala este sabio poema:
LA CASA DE HUÉSPEDES.
El ser humano es similar a una casa de huéspedes.
Cada día llega alguien nuevo a la puerta:
Una alegría, una depresión, una maldad,
algunas percepciones momentáneas, que aparecen como visitantes inesperados.
Dale la bienvenida y atiéndelos a todos ellos,
incluso si llega un grupo de lamentos
que barren violentamente tu casa y vacían los muebles.
Aún así, haz los debidos honores a cada invitado.
Quizá te esté enseñando algo para tu regocijo.
El pensamiento oscuro, la vergüenza, la malicia,
sal a buscarlos a la puerta riendo, e invítalos a entrar.
Estate agradecido a quien quiera que venga,
porque cada uno ha sido enviado como un guía.
El valioso conocimiento que podemos extraer de esta breve lectura es que es importante aceptar nuestras emociones, pero también el resto de aspectos que nos generan malestar en nuestra vida.
Esta forma de manejar el interior de uno mismo facilita que una persona no se vea atrapada por sus emociones. No aceptar nuestras emociones con normalidad genera que éstas tomen significados negativos y que nos podamos llegar a identificar con ellas.
Al contrario de lo que pueda parecer aceptar no significa que nos debamos resignar, ya que en realidad cuando nos entregamos plenamente a una situación dada, aceptándola, esta se transforma. Contrariamente a lo que nos dice el sentido común, cuanto más tratamos de cambiar una situación resistiéndola y negándola, ésta se mantiene. La aceptación de una situación permite que se produzca el cambio.
Abr 28 2016
No te rindas
Hola a tod@s,
Hoy tan solo me gustaría compartir este poema de Mario Benedetti, poeta, escritor y dramaturgo uruguayo que much@s conoceréis.
Es un homenaje a la resiliencia, la capacidad de hacer frente y superar a los acontecimientos adversos.
Ser resiliente no quiere decir que la persona no experimenta dificultades o angustias. El dolor y la tristeza son comunes a la mayoría de nosotros en algún momento de la vida. De hecho, el camino hacia la resiliencia está obstaculizado por varios eventos y factores que afectan nuestro estado emocional.
La resiliencia no es algo que tienes o no tienes. Es el resultado de un aprendizaje y puede ser desarrollada por cualquier persona.
En el proceso, es muy importante aceptar que el cambio es parte de la vida misma y recordarse que una crisis, aún si muy pesada, es superable.
Espero que os guste!
No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus mie
dos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Mario Benedetti
By Rossana Marenzi • Sin categoría