
Los mitos son creencias, aunque a veces aparezcan como una verdad y se expresen de forma absoluta y poco flexible.
Desde que somos bien pequeños, a través de cuentos infantiles, canciones, películas, historias llenas de estereotipos, a la vida real, dónde empezamos a crecer y a relacionarnos, nos encontramos muchos mitos sobre el amor romántico que hemos de desterrar. Hemos de tomar conciencia o repreguntarnos sobre si esos mitos o creencias son certezas que hemos elegido o las hemos adoptado porque es lo que se marca socialmente.
Carlos Yela, autor de numerosos trabajos sobre el amor desde la psicología social, (*) señala que, se puede considerar que los mitos románticos son el conjunto de creencias socialmente compartidas sobre la supuesta verdadera naturaleza del amor, y como sucede en otros ámbitos, los mitos románticos también pueden ser ficticios, absurdos, engañosos, irracionales e imposibles de cumplir.
Los mitos románticos
Los principales mitos románticos que ha revisado Carlos Yela son los siguientes:
-Mito de la “media naranja” o creencia que elegimos la pareja que estaba predestinada para nosotros, que ha sido la única o la mejor elección posible.
Cuando aceptamos este mito nos puede provocar un elevado nivel de exigencia en la relación de pareja, con su consiguiente riesgo de decepción, o una tolerancia excesiva por considerar que esa es “la pareja ideal”.
-Mito del emparejamiento o de la pareja, cuando creemos que la pareja heterosexual es algo natural, universal y que la monogamia amorosa está presente en todas las épocas y todas las culturas.

Su aceptación puede dar lugar a conflictos internos en personas que no sigan esta creencia normativa.
-Mito de la exclusividad o creencia en que es imposible estar enamorado de dos personas a la vez.

Si se acepta este mito pueden aparecer conflictos internos o relacionales al entrar en colisión con aquellas normas sociales que imponen las relaciones monógamas.
-Mito de la fidelidad, o la creencia de que todos los deseos pasionales, románticos y eróticos deben satisfacerse exclusivamente con una única persona, la propia pareja, si es que se la ama de verdad.

-Mito de los celos, o creer que los celos son un signo de amor verdadero. Suele usarse habitualmente para justificar comportamientos o actitudes egoístas, injustas, represivas o violentas.

-Mito de la equivalencia, o creencia que el amor (sentimiento) y el enamoramiento (estado más o menos duradero) son equivalentes, por lo que, si una persona deja de estar enamorada es que ya no ama a su pareja y lo mejor es abandonar la relación.

Aceptar esta creencia supone la incapacidad de reconocer, de ver las transformaciones normales de las relaciones de pareja.
-Mito de la omnipotencia, “el amor lo puede todo”, si hay verdadero amor los obstáculos externos o internos no deben influir sobre la pareja, y es suficiente con el amor para solucionar todos los problemas y para justificar todas las conductas.
-Mito del libre albedrío, es la creencia que nuestros sentimientos amorosos son totalmente íntimos y no están influidos por factores sociales, biológicos, culturales ajenos a nuestra voluntad y conciencia.


-Mito del matrimonio o de la convivencia, creencia en que el amor romántico-pasional debe conducir a la unión estable de la pareja y constituirse en la única base de la convivencia de la pareja.
-Mito de la pasión eterna o de la perdurabilidad, creer que el amor y la pasión de los primeros meses de una relación puede y debe perdurar tras años de convivencia.

Todos tenemos ideas o creencias de lo que significan las relaciones de pareja, pero a veces esas creencias son erróneas, falsas y pueden ser obstáculos para vivir una relación de pareja plena y sana. En terapia revisamos las creencias erróneas que existen respecto a la relación de pareja para poder desmitificarlas.
Os dejo una canción “Contigo” del álbum “Pa’ dentro y pa’ fuera” de la cantautora La Otra. Canción que te hace sentir, escuchar y entender las relaciones de pareja de una forma totalmente diferente.
Yo no me muero si no estás aquí …
https://youtu.be/ti56r5rKvWc
(*) Yela,C.(2000): El amor desde la psicología social. Ni tan libres ni tan racionales. Madrid: Pirámide.
(*) Yela,C.(2003): La otra cara del amor: mitos, paradojas y problemas. Encuentros en Psicología Social.
Sep 17 2015
Las sesiones
Esta semana me gustaría recordar un artículo que escribí hace tiempo sobre una historia maravillosa de superación personal.
Escrita y dirigida por Ben Lewin, “Las sesiones” se basa en los relatos autobiográficos del periodista y poeta Mark O’Brien, tetrapléjico y confinado a un pulmón artificial que decide perder la virginidad antes de cumplir los 40.
Antes de ver la película me imagine que el argumento giraría entorno a las dificultades, las limitaciones y los tópicos inevitables que van asociados a la tetraplejia, pero me sorprendió gratamente que el tema principal del film no gira entorno a la discapacidad sino a la sexualidad del individuo.
No focaliza o reduce, como tantas otras películas, la sexualidad a los órganos genitales y al coito si no que ahonda en el inmenso mundo de los sentidos, abriéndonos la mente y mostrando las infinitas posibilidades que tenemos para disfrutar de nuestra sexualidad de una manera global e instintiva. También nos muestra la vinculación que tiene la sexualidad con nuestros miedos, traumas, expectativas,…, y como éstos influyen en nuestra serenidad emocional.
Me encanto la manera que tiene el protagonista de afrontar los retos y como su personaje plasma al cien por cien, la capacidad y el poder que tiene la mente para activar el cuerpo.
Y como el director refleja aspectos tan importantes como, el conocimiento del propio cuerpo, la comunicación, la asertividad, la confianza, los cinco sentidos, la intimidad, el deseo, el placer, etc., que son los que contribuyen a que vivamos nuestra sexualidad de forma libre, sentida y llena.
By Mireya Larin • Peliculas, Terapia Individual, Terapia Sexual • Tags: Educación Sexual, emociones, Mejorar la sexualidad, peliculas, Sexualidad, superación, Terapia Sexual