Francesco Tonucci (en el libro CON OJOS DE NIÑO”) de una forma muy divertida y fácil nos ha querido acercar a la visión de los niños ante diferentes temas con los que se encuentra.
Cuando me leí el libro, hubo varias imágenes que me hicieron pensar y consiguieron que me surgiera una sonrisa de los labios. Esta es una de ellas:

Aprender a decidir no es una capacidad con la que nos levantamos un día dominándola. Creo que ya desde pequeños se les ha de motivar a los niños a tener sus pequeñas decisiones, respetando su elección. Empezando con cosas muy sencillas como elegir entre dos frutas. Luego con la edad se va haciendo más compleja la decisión y hay que tener en cuenta más elementos .
Cuantas veces en terapia me he encontrado personas con dificultad en poder tomar decisiones ya que han aprendido que “han de elegir la elección correcta, la buena” . Si el dilema es entre ponerse una camisa o una camiseta, quizá el problema no será muy grande. Pero y si… la elección es de otro nivel como: “¿dejar a la pareja teniendo hijos?”; “¿dejar este trabajo seguro para ir a otra cosa menos segura?”; “¿presentar un boceto más arriesgado u otro a un jefe?”… Es estos ejemplos o muchos otros que se te podrían ocurrir, no existe una respuesta correcta. En ambas opciones habrá cosas positivas y negativas. Es una “pregunta trampa” ya que no hay una respuesta correcta. Es el gran miedo a equivocarse, a no tomar la mejor opción lo que puede provocar el bloqueo.
Saber que podemos elegir, y que podemos equivocarnos en el camino (siendo respetadas ambas cosas) puede ayudar a las personas a crecer de una forma más sana.
un saludo
Eva Aguilar
Psicoterapeuta y terapeuta sexual

Jul 18 2011
-ELECCIÓN-, desde la visión de Francesco Tonucci (en el libro CON OJOS DE NIÑO”)
Francesco Tonucci (en el libro CON OJOS DE NIÑO”) de una forma muy divertida y fácil nos ha querido acercar a la visión de los niños ante diferentes temas con los que se encuentra.
Cuantas veces en terapia me he encontrado personas con dificultad en poder tomar decisiones ya que han aprendido que “han de elegir la elección correcta, la buena” . Si el dilema es entre ponerse una camisa o una camiseta, quizá el problema no será muy grande. Pero y si… la elección es de otro nivel como: “¿dejar a la pareja teniendo hijos?”; “¿dejar este trabajo seguro para ir a otra cosa menos segura?”; “¿presentar un boceto más arriesgado u otro a un jefe?”… Es estos ejemplos o muchos otros que se te podrían ocurrir, no existe una respuesta correcta. En ambas opciones habrá cosas positivas y negativas. Es una “pregunta trampa” ya que no hay una respuesta correcta. Es el gran miedo a equivocarse, a no tomar la mejor opción lo que puede provocar el bloqueo.
Saber que podemos elegir, y que podemos equivocarnos en el camino (siendo respetadas ambas cosas) puede ayudar a las personas a crecer de una forma más sana.
Eva Aguilar
Psicoterapeuta y terapeuta sexual
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