Abr 17 2015
Los errores, nuestros aliados.
Vivimos en una sociedad donde los errores generalmente son vistos como un fenómeno a evitar, atrasos en nuestros cometidos, pérdidas de tiempo, o incluso una señal de poca adaptación o desempeño.
En nuestra cultura, es común una educación centrada en la mínima expresión o comisión de errores, el resultado de este fenómeno puede ser un exceso de perfeccionismo que podría producir en las personas que han interiorizado este mensaje sensación de inseguridad ante la realización de nuevas conductas o temor ante la toma de decisiones.
Las personas con un nivel elevado de autocrítica, pueden llegar a desarrollar miedo a cometer un error, la necesidad de evitarlos puede llegar a paralizarles y es entonces cuando puede surgir una dificultad para asumir riesgos.
Para muchas personas puede ser importante no cometer errores en público. El deseo de no equivocarnos y de no quedar en ridículo delante de los demás puede ser tan intenso que en algunos casos su desempeño se ve afectado.
Ante todas estas posturas de evitación, de excesivo perfeccionismo o autocrítica, es importante tener presente todo aquello positivo que podemos lograr a través de los errores:
- Los errores forman parte del proceso de aprendizaje, mediante ellos nos acercamos cada vez más a la actuación adecuada
- El error es un aviso que nos permite darnos cuenta de que tenemos que modificar algún aspecto de nuestra actuación.
- Las personas que tienen miedo de cometer errores tienen problemas para aprender cosas nuevas o para cambiar.
- No permitirnos cometer errores nos impide ser naturales o espontáneos. Estar muy pendientes de hacer siempre las cosas bien, nos impide afrontar con normalidad las relaciones sociales y la cotidianidad.
- Algunas veces los errores cometidos en la vida pueden conducir a cambios radicales en la concepción del mundo y en el estilo de vida.
- Contrariamente a lo que podríamos creer, cometer errores puede hacernos más agradables a los ojos los demás. En 1966 un grupo de psicólogos de la Universidad de Minnesota describió el efecto Pratfall, que definieron como un fenómeno psicológico por el cual el atractivo de una persona aumenta, si se trata de alguien considerado como competente, pero que de vez en cuando comete algún error.
Está claro que a ninguna persona le gusta cometer errores, pero podemos convertirlos en nuestros aliados si los tomamos como parte natural y previsible del aprendizaje, estamos en disposición de aprender de ellos correctamente y darnos cuenta que los errores forman parte esencial de la superación personal, sin sentirnos abrumado por la culpa y el arrepentimiento tras cometerlos, y analizando cómo poder aprender de ellos.
Sep 13 2015
EQIBÓCATE!! consejos para personas exitosas o que quieran llegar a serlo
No nos damos tregua, vivimos en una sociedad acelerada, cansada, centrada en los resultados. Lo queremos todo y ya, necesitamos cumplir objetivos sin equivocarnos, no sea que el error nos haga sufrir demasiado y nos ponga cara a cara con la realidad de que no somos perfectos, de que a veces no podemos llegar aunque queramos. Dependemos del trabajo, de los demás, de las circunstancias y de un sinfín de necesidades creadas por nosotros mismos. Nos hemos convencido de que si perfeccionamos nuestro físico, nuestro comportamiento con los demás o el resto de ámbitos de nuestra vida todo ello hará que nos sintamos mejor, nos hará felices. Y nada más lejos de la realidad, contra más te esfuerces en ser perfecto más fracasado e infeliz te sentirás: he aquí la paradoja del perfeccionismo.
Cuando la actitud perfeccionista alcanza rango patológico llega a convertirse en uno de los mayores proveedores de sufrimiento y ansiedad, precisamente porque la obsesión por llegar a la ansiada e irreal perfección, en lugar de darnos más confianza, nos la disminuye, entrando en un círculo vicioso que retroalimenta la inseguridad así como la autoestima.
Aunque parezca contradictorio, muchas de las personas que aparentan seguridad, hombres y mujeres atractivos, exitosos en sus trabajos, colegas excelentes, hij@s ideales y amantes de ensueño suelen ser las personas más inseguras, porque para conseguir esa aparente perfección han tenido que renunciar a si mismos. Son personas que actúan con la inercia de evitar a toda costa el error, la crítica, la imperfección y se olvidan de si mismos. Dejan de actuar de forma libre y de preguntarse si es bueno para ellos actuar de un modo determinado: puedo hacer este favor que me pide este amigo? Estos objetivos de trabajo que me pide mi jefe son realistas? Esta relación es buena para mi? Me apetece ir a este evento? Entre tanta exigencia las personas con perfeccionismo patológico se pierden, desatienden su mundo emocional, viviendo una desconexión con su interior que genera grandes problemas:
El origen del perfeccionismo suele estar en la infancia, el adulto perfeccionista fue un niñ@ que aprendió a colocar su autoestima en el lugar incorrecto y creció convencido de que el error es la peor de las pesadillas, el mayor de los fracasos.
“Un niño se vuelve adulto cuando se da cuenta de que tiene derecho no solo a estar en lo cierto, sino también a equivocarse” Thomas Szasz
Cómo combatir el perfeccionismo patológico?
Acerca de estos anuncios
En ocasiones, algunos de tus visitantes pueden ver aquí un anuncio.
Quiero saber más | Ignorar este mensaje
Compártelo:
Me gusta:
By Alicia Romero • Terapia Individual • Tags: Ansiedad, Estrés, Perfeccionismo