May 23 2015
NUDOS GORDIANOS
Cuenta una leyenda clásica, que en la antigüedad existía en un templo de Frisia un nudo que era imposible de deshacer. Creado por dioses, sus cabos formaban una composición en la que era imposible encontrar inicio y final. Muchos fueron los hombres que intentaron resolver el enigma sin suerte. Algunos de ellos hombres sencillos, otros hombres poderosos, pero el nudo resultaba un enigma por igual a todos ellos. Llegó a forjarse la leyenda de que aquel que lograra deshacer el nudo, llamado gordiano, lograría ser el más poderoso del mundo. La leyenda continúa explicando que cuando Alejandro Magno conquistó Frisia, se sintió atraído por la leyenda y se dirigió al templo para observarlo por sí mismo. Ante los sacerdotes y los guerreros, se le presentó el nudo para que pudiera estudiarlo. La opinión estaba dividida entre los que deseaban que se resolviese y lo que no deseaban realmente que se deshiciera la magia del enigma.
Tras observarlo por un instante, Alejandro no dudó en cómo resolver la separación del nudo. Desenvainó su afilada espada y partió el nudo por la mitad. Algunos presentes gritaron de desaprobación y otros de júbilo. Pero todos estuvieron de acuerdo en que el problema estaba resuelto, ya que el nudo ya no se podía volver a componer.
En nuestra vida a menudo se nos presentan nudos gordianos, problemas en los que nos enredamos buscando culpas, motivos, porqués… nos enredan en pensamientos recurrentes y quebraderos de cabeza y nos hace alejarnos del tema principal: resolverlo, dejar atrás el sufrimiento, avanzar.
Alejandro Magno resolvió el problema siendo poco ortodoxo. Eligió la opción que nadie se había planteado nunca pero que respondía al verdadero ‘quid’ de la cuestión. No pensó en hacerlo bonito, que fuera una respuesta intelectual o que los demás lo aprobaran. No pensó en el cómo sino en el qué. Y en casi todos los casos, la línea recta es la más corta entre dos puntos.
Cuantos problemas de nuestra vida tienen una solución fácil ante nuestros ojos y nos cuesta verla o juzgamos que ‘no es la correcta’. Nos hace perder el tiempo y alargar el sufrimiento de forma nada productiva. Si crees que es algo que te pasa con frecuencia, la terapia te puede ayudar a tener más confianza para tomar tus decisiones.
Oct 3 2015
¿Por qué hacer terapia?
La mayoría de la gente cree que los psicólogos hacen ‘cambiar’ a las personas, que se conviertan en alguien diferente, pero eso no es así. Aunque tengas un problema no por eso tú eres un problema. Se trata de buscar aquello que no funciona bien y encontrar la solución que más te convenga conjuntamente. Pequeños cambios suponen a veces grandes diferencias.
Un psicólogo es una persona experta en unas técnicas terapéuticas y unas teorías sobre el ser humano, pero no tiene ‘el gran libro de las respuestas’. Lo que sí sabe un psicólogo es cómo ayudarte a ayudarte a ti mismo. El experto en lo que deseas para tu vida eres tú, aunque puede que por las circunstancias no lo puedas ver claramente.
En conjunto, la terapia busca dar otra perspectiva a la situación. No se debe tomar como un localizador de enfermedades o defectos sino un espacio personal de reflexión donde dar una explicación y un sentido al malestar, comprenderlo mejor y buscar la solución más general y adecuada para cambiarlo o solucionarlo.
Darte este espacio para trabajar sobre ti mismo es una señal de cariño y autocuidado, y un acto de responsabilidad hacia ti y hacia tu entorno. Y por si necesitas una prueba en datos, te dejo este enlace sobre un estudio científico mu interesante que muestra los efectos beneficiosos de la terapia sobre el cerebro de personas en tratamiento:
Enlace: La terapia normaliza el sistema límbico
By Silvia Rodriguez • Terapia Individual • Tags: cambio, decisión, preguntas