Sep 21 2016
Mutilados por Procusto
Procusto, según una leyenda griega, era un posadero con bastante malicia. Se dedicaba a martirizar a los pobres huéspedes que se acercaban a su posada. Primero les dejaba entrar y les daba una cama y después, mientras dormían, les ataba al lecho. Si el infeliz se salía de la cama le cortaba los miembros que sobresalían. Si no llegaba, los estiraba con sogas para que ocuparan toda la cama. Por si éste no fuera suficiente acto de maldad, tenía dos tipos de camas, una muy larga y otra muy corta, por lo que era imposible que nadie pudiera adaptarse a las medidas del mueble.
En la vida se aplica el procurismo para definir el miedo a ser superado por otros, a que la valía de las ideas de otros pueda poner en evidencia las propias carencias y penalizarlos de alguna manera por ello. Se utiliza esta palabra en el ámbito laboral, en el científico y también como idea filosófica. Básicamente consiste en uniformar a las personas para que se adapten al entorno, los objetos o las circunstancias y no al revés (que sería la ergonomía) Recordemos que la flexibilidad y la experimentación son la base para la evolución y el aprendizaje.
¿Puede que seamos tratados injustamente por este motivo? Si cuando tenemos algún tipo de relación personal siempre sentimos que no cumplimos con el plan o las expectativas, que nuestras ideas o muestras de creatividad son atajadas sin miramientos o despreciadas, acogidas con sarcasmo, ridiculizadas o ninguneadas, podemos estar siendo víctimas del procurismo. En fin, no es más que una expresión de la falta de autoestima tanto del que la padece como del que se comporta así. Ambas son producto del miedo y son el fin de cualquier relación personal y laboral.
El procurismo en cualquier forma es nefasto y conviene poder reconocerlo y manejarlo en nuestra vida. Puede ser la base para el burningout laboral y matar una relación personal, ya que impide la evolución y renovación de las personas, adormecen su creatividad y genera un sentimiento de poca valía o incluso depresión (no sirvo para esto, soy tonto, no tengo buenas ideas, él/ella es el que sabe, etc.) Si crees que puedes ser víctima de algún Procusto moderno puede que una terapia pueda ayudarte a manejar tus recursos de manera que no llegue a mutilarte emocionalmente.
Sep 28 2016
Problemas con la educación: un dictador en pañales
Puede afectar a chicos y chicas entre 9 y 17 años, a menudo sin una causa aparente. Vienen de familias sin problemas y pueden ocupar cualquier puesto entre los hijos. Se muestran tiranos, agresivos, faltos de sensibilidad hacia los demás y jamás se sienten responsables de nada a su alrededor, parece que todo en el mundo les pertenece o tienen derecho a todo. Un ejemplo caricaturizado es el de Joffrey Baratheon, el personaje de Juego de Tronos: para él no existe el no, nadie puede tener autoridad sobre él.
¿Qué les sucede a estos niños? Les cuesta adaptarse a los entornos, hacer amigos y tener éxito en su formación ¿Es culpa de quien los educa? A menudo tienen este comportamientos mucho más acentuado hacia la madre, que a menudo no ha podido localizar cuando el cariño y el cuidado ha pasado a permisividad y, llegado a cierto a momento, tiene vergüenza de reconocer lo que está sucediendo ¿Es suya entonces la culpa? Educar no es fácil, la tarea de ser padres es muy delicada. Pero no sólo es responsabilidad de los padres. Dado que el fenómeno es frecuente, quizá deberíamos plantearnos que valores estamos transmitiendo a nuestros pequeños, como nos dice Javier Urra.
¿Qué podemos hacer? Evidentemente es difícil ir contra corriente, pero cada uno de nosotros puede poner un ladrillo para mejorar el futuro que construimos. Algunas pautas que pueden ser útiles y básicas serían:
A menudo disponemos de poco tiempo para pasar con los niños y eso puede generar culpa que lleve a ser excesivamente permisivo con sus rabietas y caprichos. Piensa que ellos agradecerán más una buena educación que una pila de ‘cosas’. Y si ves que se te hace muy cuesta arriba, no dudes en consultar. Por fortuna las relaciones humanas se pueden arreglar.
By Silvia Rodriguez • Madres y Padres • Tags: #relacionesdificiles, crianza, educación emocional, Hijos, valores