May 2 2017
Variables psicológicas y salud: enfermedad coronaria.
La actividad cardíaca y la vida afectiva se encuentran íntimamente relacionadas. Desde la década de los 50 se ha informado reiteradamente sobre la asociación entre diversas variables psicológicas y la enfermedad coronaria, constituyéndose un ámbito de investigación ya clásico. Por otra parte, la aparición de una enfermedad grave como es un infarto de miocardio supone un desafío para la capacidad de adaptación psicológica de la persona que lo experimenta, y puede contribuir al desarrollo problemas emocionales. En la actualidad, resulta incuestionable que, por muchas razones, la prevención, el tratamiento y la rehabilitación de la enfermedad coronaria deben realizarse desde una perspectiva multidisciplinar en que la actividad profesional de la psicóloga adquiere creciente importancia.
Estrés y enfermedad coronaria.
Parece que el estrés emocional puede incrementar el riesgo coronario y asociarse a un peor pronóstico de la enfermedad una vez declarada.
Algunos estudios han encontrado un aumento de la probabilidad de padecer enfermedad coronaria en víctimas de acoso laboral o entre personas que han perdido su empleo .
Tanto la tensión laboral como el desajuste entre esfuerzo y recompensas en el trabajo han mostrado una asociación positiva con el riesgo de padecer una enfermedad coronaria, el riesgo de sufrir un infarto de miocardio y una mayor mortalidad cardiovascular.
El estrés parece ejercer su efecto negativo mediante un doble mecanismo: un mecanismo conductual, que implica el incremento de conductas de riesgo como el consumo de tabaco, y un mecanismo que conlleva alteraciones en la activación corporal persistente y excesiva.
En conclusión, para prevenir enfermedades coronarias y nuevos episodios de infarto es importante poder aprender habilidades de afrontamiento de estrés. Por lo tanto, el entrenamiento en técnicas de relajación, meditación y otros recursos para gestionar el estrés serán muy valiosos para disminuir la vulnerabilidad de las personas a las situaciones estresantes.
Mar 27 2019
Relajarse mediante la respiración.
La respiración es un proceso de suma importancia en la regulación fisiológica y metabólica del organismo, es una función corporal peculiar, ya que es a la vez involuntaria y voluntaria.
La respiración se gestiona de manera inconsciente, pero en cualquier momento podemos tomar los controles y conscientemente cambiar la forma en que respiramos. Podemos hacer nuestra respiración superficial o profunda, rápida o lenta, Podemos cambiar la forma en que respiramos, y observar cómo la respiración afecta a nuestros cuerpos.
Estos pueden ser algunos ejercicios que pueden ayudar a calmar la respiración y, por lo tanto, la mente:
Respiración de 50 a 0.
Contar al revés de 50 a 0. Inspirar los números impares y expirar los pares.
A partir del número 20 no restamos números con la inspiración, solo restamos con la expiración, hasta llegar a 0.
Guardar el aire.
Guardamos aire 1-2 segundos al inspirar y al expirar. Durante 15m
Respirar por la fosa izquierda.
Tapamos la fosa nasal derecha con el pulgar derecho y respiramos durante 10-15m con la fosa nasal izquierda.
Respiración alternada.
En una postura cómoda, coloca tu mano como indica la foto poniendo el pulgar derecho en la fosa nasal derecha e inhala profundamente a través de la fosa nasal izquierda. Al llegar al pico de la inhalación, tapa la fosa nasal izquierda con el anular y el meñique y libera la derecha, luego exhala a través de la fosa nasal derecha.
Continúa este patrón, inhalando por la fosa nasal derecha, luego cerrándola con el pulgar derecho y exhalando a través de la fosa nasal izquierda de cuatro a ocho veces.
By Magda Del Pilar • Sin categoría, Terapia Individual • Tags: relajación, respiración