Abr 24 2017
Pedir indirectamente es frustración asegurada
Si no pides directamente te puedes encontrar mucha frustración en tu vida.
Un aspecto muy común que se da en una relación de pareja (en otras también aparece) es creer que el otro miembro de la relación por el simple hecho de quererte tendría que saber qué necesitas o deseas sin hacer una demanda explicita. Muchas veces o no se hace o se realiza de forma implícita. Con la frustración e incordio de resultado.
Un ejemplo que explico a terapia: Imagina que hay una pareja en un coche. El hombre está conduciendo y la mujer está de copiloto. La chica está cansada y hace rato que están en el vehículo. Empieza a pensar “ostras. Franc tendría que parar ya. Tendría que saber que ya llevamos mucho rato y que estoy cansada. Son las 6 de la tarde y él sabe que a esta hora yo necesito un café con leche. Veo una cafetería, a ver si paramos….” –
La pareja pasa de largo la cafetería. Y Ella vuelve a pensar -“¡qué rabia!. ¿Cómo es que no hemos parado? Siempre va a su bola. NO me tiene en cuenta. ¡¡Vaya!!. Ahora veo otro bar. Ahora le diré que quiero parar”: -Franc, Quieres un café?-
Y él tranquilamente contesta; – ¡No!-
Ella en silencio se pone roja y vuelve a pensar; “Qué egoísta. Siempre hacemos lo que él quiere. NO me tiene en cuenta. Sólo piensa en él mismo”….
La historia podría continuar con él preguntándole a ella si le pasa algo y ella quizás contestar con los dientes apretados -No me pasa nada!- (entonces él podría continuar conduciendo pensando que no pasa nada. O sorprendido porque la ve enfadada pero no tiene ni idea de cuál es el motivo). O ella decirle “!Tendrías que saberlo¡”, o también podría a partir de este momento empezar una discusión donde ella lo acusara de egoísta y otras cosas, y él a ella de flipada o cosas similares .
Pero, hagamos una parada de reflexión: ante una pregunta cerrada “¿quieres un café?” , sólo se pueden realizar dos respuestas: “Sí, quiero un café” o “no quiero un café”. Por lo tanto, la respuesta del hombre era gramaticalmente coherente. No aparece en ningún momento la necesidad de ella. Sino un deseo qué él entendiera con esta pregunta la indirecta que ella sí que necesitaba parar y hacer un café o fuera educado y le preguntes automáticamente “¿Y tú, que quieres uno?”. Parece muy “romántico” (para no decir fantasioso o mágico) que la pareja pueda adivinar las necesidades y deseos del otro, pero no es realista. Cada persona tiene que ser responsable de pedir y hacer lo posible para que las otras personas sepan qué quiere o necesita sin que quede duda, de una forma directa.
Esto es mucho más común en el colectivo femenino. Que ha crecido sin haber aprendido esta regla; tienes derecho y la obligación de ser claro con el que quieres y necesitas. Otra hipótesis que hay detrás de pedir de forma indirecto es la falsa fantasía que así no sientes el rechazo o negación del otro hacia tu persona de una forma tan clara (no suena igual escuchar un NO detrás de la frase “Quiero un café!, quiero parar” que si lo oye ante la pregunta “¿quieres un café?”). Pero independientemente de la causa que lo provoca, podemos decir que la consecuencia es la misma: La frustración, decepción, rabia, tristeza, discusión…..
La próxima vez que quieras un café. ¡¡Ya sabes!! Pídelo directamente. Quizá te ahorres muchos problemas y te tomes un café.
Eva Aguilar
Psicologa sanitaria, psicoterapueta , terapeuta sexual y de pareja
Nov 21 2017
Dependencia emocional
Según el autor Walter Riso[1]
Existe una diferencia entre amar y apego. Donde el segundo concepto se define como una necesidad de estar en relación, desde una visión no saludable. Comparado con una droga, que uno cree tomar desde la libertad y el amor, pero es todo lo contrario.
La dependencia afectiva a largo plazo genera sufrimiento o depresión.
Bajo el disfraz de un amor romántico y de entrega total, la persona que vive en apego va desapareciendo, se despersonaliza, hasta convertirse en una extensión del ser amado. Y cuando empiezan a darse cuenta que el sufrimiento es mayor que el placer, se autojustifican con pensamientos del tipo “no me querrá nadie como él” Se dicen frases del tipo “mi existencia no tiene sentido si ella”, “él lo es todo para mí”, “le necesito”.
Los motivos para que una persona “necesite“ estar con otra son diversos, como miedo a la soledad, sensación de seguridad, miedo a la pérdida, al abandono, bajos umbrales para el sufrimiento, baja autoestima, problemas de autoconcepto, pero en esencia es no relacionarse desde la autonomía, donde son igual de importantes y respetadas las normas o reglas , los demás (el otro de la pareja) y uno mismo.
Si quieres ser libre, ser autonom@, saber relacionarte de igual a igual en las relaciones de pareja en las que te mueves puedfes ponerte en contacto con nosotros.
eva aguilar
psicologa sanitaria , psicoterapeuta y terapeuta sexual
By Eva Aguilar • Terapia Individual • Tags: Amor, autoestima, Terapia de pareja