Vivimos en una sociedad en la que culturalmente hemos dividido el sexo y el género en dos categorías exclusivas y diferenciadas.
En el ámbito más biológico, clasificamos a las personas como machos y hembras, aunque ciertamente, hoy sabemos que hay personas que biológicamente no pueden clasificarse en estas categorías, como es el caso de las personas intersexuales. Personas, que son categorizadas según un sexo u otro bajo criterios como el tamaño de sus genitales, y a menudo, ésta obligada clasificación temprana, según exclusivos criterios médicos, puede dar lugar a confusión y malestar durante la vida adulta de la persona.
Esta clasificación según el sexo biológico, tiene asociada en nuestra sociedad una particular expresión de género, el masculino y el femenino. Esta expresión de género, totalmente mediatizada por la cultura, incluye la forma de vestir, intereses, actitudes, gustos, estética, etc.
Por otra parte, e independientemente del sexo y de la expresión de género, cada persona tenemos una orientación sexual determinada, que nos indica que gustos y preferencias en el ámbito sexual sentimos.
Y finalmente, todas las personas tenemos una identidad de género, ésta puede coincidir o no con la expresión de género que se nos ha asignado tradicionalmente. Cuando la persona siente esta no coincidencia, es cuando hablamos de personas trans.
Por otra parte, las personas cisgenero o cis, son aquellas que sienten la identidad de género en concordancia al género asignado biológicamente.
Es el sistema en el que vivimos actualmente, profundamente sexo-genero binario, el que está en la base de la transfobia que existe en nuestra sociedad. Hoy en día, sabemos que esta clasificación binaria es una construcción social y cultural, ya que han existido culturas con otras clasificaciones diferentes, por ejemplo, en la América precolombina existía 5 géneros diferentes. Hoy en día, están surgiendo movimientos que abogan por una concepción de género más fluida como la teoría queer.
Muchas veces, no poder llevar a cabo la expresión de la identidad de género sentida lleva a la persona a sufrir mucho malestar, por eso es importante desde la psicología poder ayudarles a expresar su identidad de género, acompañando a las personas a superar los miedos y dificultades familiares y laborales que pueden surgir durante el proceso de transición hacia el género sentido.

Feb 13 2018
Identidades de género.
Vivimos en una sociedad en la que culturalmente hemos dividido el sexo y el género en dos categorías exclusivas y diferenciadas.
En el ámbito más biológico, clasificamos a las personas como machos y hembras, aunque ciertamente, hoy sabemos que hay personas que biológicamente no pueden clasificarse en estas categorías, como es el caso de las personas intersexuales. Personas, que son categorizadas según un sexo u otro bajo criterios como el tamaño de sus genitales, y a menudo, ésta obligada clasificación temprana, según exclusivos criterios médicos, puede dar lugar a confusión y malestar durante la vida adulta de la persona.
Esta clasificación según el sexo biológico, tiene asociada en nuestra sociedad una particular expresión de género, el masculino y el femenino. Esta expresión de género, totalmente mediatizada por la cultura, incluye la forma de vestir, intereses, actitudes, gustos, estética, etc.
Por otra parte, e independientemente del sexo y de la expresión de género, cada persona tenemos una orientación sexual determinada, que nos indica que gustos y preferencias en el ámbito sexual sentimos.
Y finalmente, todas las personas tenemos una identidad de género, ésta puede coincidir o no con la expresión de género que se nos ha asignado tradicionalmente. Cuando la persona siente esta no coincidencia, es cuando hablamos de personas trans.
Por otra parte, las personas cisgenero o cis, son aquellas que sienten la identidad de género en concordancia al género asignado biológicamente.
Es el sistema en el que vivimos actualmente, profundamente sexo-genero binario, el que está en la base de la transfobia que existe en nuestra sociedad. Hoy en día, sabemos que esta clasificación binaria es una construcción social y cultural, ya que han existido culturas con otras clasificaciones diferentes, por ejemplo, en la América precolombina existía 5 géneros diferentes. Hoy en día, están surgiendo movimientos que abogan por una concepción de género más fluida como la teoría queer.
Muchas veces, no poder llevar a cabo la expresión de la identidad de género sentida lleva a la persona a sufrir mucho malestar, por eso es importante desde la psicología poder ayudarles a expresar su identidad de género, acompañando a las personas a superar los miedos y dificultades familiares y laborales que pueden surgir durante el proceso de transición hacia el género sentido.
By Magda Del Pilar • Sin categoría, Terapia Sexual • Tags: cis, identidad género, trans