La falta de deseo es una disfunción sexual que encontramos con mayor frecuencia en mujeres que en hombres, pero no por ello es menos importante lo que sucede en el sexo masculino.

En la sociedad actual hay multitud de estereotipos relacionados con el género y el sexo, donde se posiciona a los hombres en una concepción de que “siempre tienen ganas de sexo” o que “les da igual con quien practicarlo”.

¿A qué edad el hombre pierde el deseo sexual?

Un 1,6% de varones entre 24 y 44 años presentan falta de apetito sexual, cifra que aumenta con la edad resultando en un 41% en hombres mayores de 66 años.

La respuesta sexual humana se inicia con la fase de deseo, en la cual suceden una serie de cambios psicológicos y sin cuya existencia es muy complicado desencadenar las fases consiguientes de la respuesta sexual. Como su propio nombre indica, la falta de apetito sexual es una ausencia o deficiencia de pensamientos relacionados con la sexualidad; una reducción de fantasías y de deseo sexual. Al no haber deseo, se da una disminución o reducción de comportamientos relacionados con su búsqueda y práctica.

Si es un hombre que tiene pareja, ésta puede notar como disminuye la frecuencia de iniciativa y la frecuencia de encuentros sexuales por parte del hombre. Y si se tienen, muy posiblemente sea porque la pareja lo decide. Incluso el propio hombre podría notar cómo ni siquiera tiene ganas de practicar la propia masturbación en caso de ser un problema generalizado.

¿Por qué sucede? Síntomas de la falta de apetito sexual

Los motivos de esta inapetencia sexual pueden resultar muy diversos y por ello, desde el equipo de psicólogas de Dendros ofrecemos hacer una valoración diagnóstica integral de la situación desde la sexología y diferenciarlo de otras problemáticas que pueden ser muy similares.

Hay que tener en cuenta muchos factores. Deshilar esto uno solo puede volverse “misión imposible”. Podemos sospechar de posibles causas orgánicas (diabetes, trastornos endocrinos, niveles bajos de testosterona…) y del consumo de determinadas sustancias (alcohol, antidepresivos…), pero es más frecuente que sea una causa psicológica (estados depresivos, baja autoestima, insatisfacción con la propia imagen corporal, ansiedad, estrés…) o relacional/emocional (problemas con la pareja, monotonía y habituación, anteriores situaciones desagradables con el sexo…).

¿Qué puedo hacer?

Por lo que acabamos de comentar, al haber tantas variables que pueden estar influyendo en el deseo sexual masculino, es importante ponernos en manos de profesionales que nos ayuden a hacer una valoración con la que tengamos un nuevo punto de vista. Al encontrarnos en el ojo del huracán, puede ser complicado ver lo que sucede de una forma objetiva y con cierta distancia.

El tratamiento psicoterapéutico dependerá de los factores que lo causen. Por ello la importancia de una valoración diagnóstica integral.

Cabe decir que ante esta situación, si no se experimenta malestar por ninguna parte, no habría problema. Pero cuando alguna de las partes de la pareja (o el propio hombre en caso de estar soltero) siente que algo no funciona, que no fluyen estos momentos, que se siente bloqueado y con sensación de querer y no poder, es interesante buscar fuentes y recursos que nos ayuden en la gestión psicológica y de las emociones.

Si conoces a alguien que esté pasando por esta situación y crees que necesita ayuda, no dudes en contactarnos. En el equipo de psicólogas de Dendros Barcelona tenemos una amplia experiencia en terapia sexual además de abordarlo desde la más completa discreción.

Rocío Gago
Psicóloga