A muchos nos suena, hemos oído hablar, parece que suena interesante, pero…¿qué es en realidad?
Empecemos por el principio.
Integrar, según la RAE:
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tr.Dicho de diversas personas o cosas: Constituir un todo.
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tr.Completar un todo con las partes que faltaban.
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tr.Hacer que alguien o algo pase a formar parte de un todo.
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tr.Aunar, fusionar dos o más conceptos, corrientes, etc., divergentes entre sí, en una sola quelas sintetice.
Bien, si nos quedamos con el último de sus significados, estaremos entendiendo exactamente lo que nos proponemos con la idea de un modelo integrador. Si además aceptamos las 3 primeras, estaremos incluso aplicando dicho modelo.
O dicho de otro modo; tendremos claros los objetivos que nos proponemos con la aplicación de un modelo que reúna y ponga en escena aquellas técnicas provenientes de las diferentes vertientes epistemológicas de la psicología.
¿Qué significa eso?
Sigamos un poquito más…
Detrás de un síntoma se esconde un mundo interior tan fascinante como complejo. Imaginemos, además, el caso de varios síntomas a la vez, sean parecidos o súmamente diferentes. Resulta evidente pensar entonces que la complejidad se multiplica al mismo tiempo que las dudas nos asaltant. Será preciso entonces, y con el fin de llegar a la raíz de estos, contextualizar varias cuestiones que son siempre relevantes para comprender la manera como el paciente interpreta y concibe el mundo y a partir de la cual el síntoma se mueve como pez en el agua. Es el momento entonces de conocer de dónde viene el paciente, qué y cómo lo ha vivido, así como su idea de quién es (cómo se define).
Desde el modelo terapéutico integrador, lo que buscamos es dar exactamente con esta información, sin reparar tanto en el origen de la estrategia que utilizemos para llegar ahí. No nos gustan las etiquetas; en ese sentido, nos gusta la transgresión. Queremos llegar a ese todo desde la mejor manera posible para el paciente; y para ello vamos a servirnos de estrategias procedentes de diferentes marcos epistemológicos congruentes.
EL SÍNTOMA
Es nuestro punto de referencia, a menudo el motivo de consulta y está relacionando con la demanda terapéutica. Demanda que, dicho sea de paso, recibe una transformación asombrosa a medida que vamos acercándonos a la raíz del síntoma. Este, por su parte, no desaparece hasta que no lleguemos a su origen. Ahí es donde nos ponemos el traje de buceo y nos sumergimos bajo el agua para llegar a la base del iceberg. Sabremos que hemos llegado ahí después de responder a las preguntas anteriores y aplicar para ello las estrategias correspondientes. ¿Y mientras? Mientras, al síntoma se aprende a regular y manejar el síntoma y a descifrar la información privilegiada que refleja sobre la base del iceberg.
El resto del trabajo terapéutico gira entorno a la aplicación de las estrategias correspondiente en función de la información que tengamos del paciente, la demanda terapéutica y los objetivos terapéutico que nos proponemos juntos.
POSTGRADO EN TERAPIA INTEGRADORA
En el Postgrado en Terapia Integradora de Dendros, aprendemos primero a analizar la demanda del paciente. Es importante diferenciar entre el malestar percibido de la persona, aquellos factores posiblemente implicados en su aparición y mantenimiento, y su demanda terapéutica, así como diferenciar entre tipos de demanda y su operatividad en psicoterapia.
Como recorrido inicial de evaluación, el Modelo de Terapia Integradora Dendros, propone un trabajo basado en la herencia familiar y cultural, la narrativa vital y la forma en que se ve y define el paciente.
A partir de la conceptualización del caso se emprende el trabajo correspondiente a la intervención propiamente dicha seleccionando aquellos recursos metodológicos más apropiados en cada caso en congruencia con la información anterior. Durante la formación, se aprenden diferentes técnicas útiles en diferentes tipos de casos y perfiles de pacientes para desarrollar el trabajo psicoterapéutico respetando la idiosincrasia de cada uno. En función de lo que hayamos encontrado en las profundidades del iceberg aplicaremos una u otra estrategia y/o técnica/s.
El Postgrado está estructurado como un proceso psicoterapéutico desde la primera visita hasta el cierre y los alumnos trabajarán todas las herramientas como terapeutas pero también como pacientes. La metodología vivencial contribuye a aprender cada técnica de forma profunda y ayuda a integrarla en un proceso terapéutico real;
¿Te animas a formar parte de ese todo? ¿Quieres formarte como terapeuta integrador/a?
Consulta el programa completo aquí.
Gerard Arenós
Psicólogo